lunes, 5 de marzo de 2012

Jarto.

A veces imagino que soy uno de esos pájaros, los veo cada día pasar junto a mi ventana, el sol ilumina los barrotes que nos encierran a mí y a mis congéneres en un cubículo.
Imagino que salgo volando de este sitio, no a un sitio mejor, pero a uno en el que no sean los rasgos físicos ni las caras bonitas las que hablen por tu persona, sino las palabras, unas palabras sinceras, las que conquisten las mentes y los corazones de las personas que nos rodean, porque son las palabras las que deberían hacernos libres y seguros, y no poseer ciertos rasgos físicos inútiles a mi parecer, ya que no llegarás a ningún sitio con ellos si tu cabeza está vacía, ninguna fortaleza se abrirá asi como asi, tan sólo ejércitos de idiotas podrán caer rendidos a tus pies, los que de verdad saben de qué hablo no caerían, ellos no, porque saben que lo que importa, está dentro, muy dentro de cada uno, y lo demostramos cada día con gestos y acciones, no con tristes maquillajes que ellas creen esconden la tristeza de sus vidas o de sus espíritus, ya absorvidos por programas estúpidos o conversaciones sin sentido a través de un móvil con alguien que te hará daño cada vez que pueda... Harto de repetirlo.

domingo, 4 de marzo de 2012

Reinvented

Quiero volver a probarme, a reinventarme, a poner a prueba mis límites de nuevo y tratar de ser yo el que salga a flote, sin ayuda de ningún aparato, tan sólo de lo que dispongas dentro de ti, de tu preparación mental y física, de las cosas que tengas dentro y te ayuden a superar a las circunstancias, esas que hacen que superes obstáculos cada vez mayores... Esas que añoras en los momentos en los que crees que todo está perdido.

Humildad, prudencia.

Raro, así me siento, como una de esas personas que no creen en la casualidad ni en la suerte, pero que por una serie de inexplicables sucesos las consecuencias son las deseadas.
Como a una persona que cree que la lotería es una idiotez, que nunca toca, y que un día, por probar lo intenta, y le toca, el mejor premio, un premio que muchos desean, y que el ganador ni pensaba llegar a él.
Con esta metáfora me gustaría hacer entender a los lectores mi descubrimiento acerca de lo que puedes llegar a conseguir con un poco de esfuerzo y positivismo creyendo en tus capacidades y confiando en uno mismo, porque cualquier reto puede ser enorme, pero mayor la satisfacción al conseguirlo, luego hay que mantenerlo, eso ya es otra cosa, pero como dice mi abuelo, humildad y prudencia ante todo, luego ya vendrá lo demás.