domingo, 4 de marzo de 2012

Humildad, prudencia.

Raro, así me siento, como una de esas personas que no creen en la casualidad ni en la suerte, pero que por una serie de inexplicables sucesos las consecuencias son las deseadas.
Como a una persona que cree que la lotería es una idiotez, que nunca toca, y que un día, por probar lo intenta, y le toca, el mejor premio, un premio que muchos desean, y que el ganador ni pensaba llegar a él.
Con esta metáfora me gustaría hacer entender a los lectores mi descubrimiento acerca de lo que puedes llegar a conseguir con un poco de esfuerzo y positivismo creyendo en tus capacidades y confiando en uno mismo, porque cualquier reto puede ser enorme, pero mayor la satisfacción al conseguirlo, luego hay que mantenerlo, eso ya es otra cosa, pero como dice mi abuelo, humildad y prudencia ante todo, luego ya vendrá lo demás.

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